El Colegio de Enfermería
organiza un curso para la detección precoz de la violencia en la infancia
El Colegio de Enfermería de Córdoba celebró la pasada
semana en su aula de formación continua el curso de Atención de Enfermería ante la Violencia en la Infancia. La
institución, que ha organizado esta actividad en colaboración con la Escuela
Internacional de Ciencias de la Salud, conoce la importancia de la labor de la enfermería
en la detección de los casos de malos tratos y la necesidad de su colaboración
para eliminar radicalmente y a tiempo cualquier tipo de violencia que puedan
sufrir los menores.
Por ello, el objetivo primordial de este curso es
concienciar a los profesionales de enfermería que lo han seguido de su
responsabilidad a la hora de detectar precozmente y dar la alarma frente a todos
y cada uno de los casos en los que las niñas y niños que acuden a su consulta
pudieran estar sufriendo cualquier tipo de violencia, sea física, psíquica,
sexual o derivada de alguna negligencia.
De preparar en la materia a las enfermeras inscritas
al curso se ha encargado la docente Ana Isabel Gutiérrez Salegui, también
psicóloga y Máster en Psicología Forense, que además dirige el proyecto Rara avis, destinado a padres de niños
con discapacidad y enfermedades raras, y es autora en internet de la página http://www.adolesweb.org/.
Para Salegui, el curso de Atención de Enfermería ante la Violencia en la Infancia se ha
enfocado precisamente a que “los profesionales asistentes aprendan a realizar
la detección precoz en casos de violencia física, psíquica, sexual o de
negligencia, con el fin de poner en marcha todos los mecanismos sanitarios,
sociales y judiciales necesarios para hacer efectivos los derechos de los
niños”.
Interesada por los contenidos acudió a esta actividad
María Castro, enfermera de Urgencias y Cuidados Críticos, que considera que
“esta formación nos sirve para tomar conciencia de la situación” y reflexiona
que “a veces curas heridas a los pequeños y no te paras a pensar en la
posibilidad de un mal trato”.
También en Urgencias trabaja normalmente la colegiada
Nieves Ríos, donde explica que se pueden detectar con más facilidad los casos
de violencia infantil, porque “suelen llegar con la agresión recién ocurrida”.
No obstante, indica que a veces ven casos sospechosos en los que no tienen
pruebas suficientes para poder certificarlos.
En este sentido, la docente del curso insiste en que
“es fundamental aprender a reconocer los signos que indican malos tratos o
abusos, dado que estos suelen ocurrir en el ámbito privado y son los sanitarios
y los docentes los que tienen más oportunidad de detectarlos”. Del mismo modo,
apunta que “también es fundamental concienciar de la necesidad de denunciar,
aunque dichos signos sean leves, para facilitar la actuación de los servicios
sociales y evitar que se agraven los casos”. La propia legislación española
establece además que, todo aquel que en el ejercicio de su profesión tenga
conocimiento de un delito, debe denunciarlo.
Preguntada por los signos que evidencian ante el
sanitario los malos tratos en la infancia, Ana Isabel Gutiérrez concreta que
“además de los signos físicos, como fracturas con distintos grados de evolución
o hematomas en distintos momentos, encontramos conductas de hiperalerta en el
niño, baja autoestima, niños tristes o con trastornos de conducta, alteración
en la alimentación,…”. Según expone, “hay signos que se ven mejor en Atención
Primaria y otros que se ven mejor en Urgencias. En los dos ámbitos se puede
observar con facilidad, pero algunos signos son distintos, como el retraso en
el desarrollo o niños con reacciones extrañas ante la exploración médica”.
Por otra parte, en el curso se ha hablado asimismo del
síndrome de Münchausen, que es un
gran desconocido dentro de los malos tratos infantiles, y del abuso sexual, uno
de los mayores tabúes de nuestra sociedad.